“Hoy los espacios deben poder adoptar nuevos roles de una forma muy natural”
Sergio Rojo, arquitecto español, lleva muchos años trabajando en la reforma y adaptación de espacios de trabajo a las nuevas demandas que surgen, bien por la dirección que marca el mercado o bien por circunstancias que se generan de forma inesperada, como la que estamos viviendo en la actualidad ante la pandemia.
Hablamos con el arquitecto para realizar una análisis del sector de la arquitectura y del diseño de espacios, y de los cambios que han vivido ambos en esta era COVID.
“Hoy en día las necesidades se transforman de forma continua y la última crisis sanitaria está siendo una prueba de ello. Por eso, en los proyectos en los que trabajo los espacios pueden ir asumiendo nuevos roles de una forma muy natural. La fórmula está en escuchar las necesidades de hoy para plantear soluciones a las demandas que vendrán en un futuro próximo. Así conseguiremos alargar la vida útil de los de los espacios que se nos piden”, explica Sergio Rojo.
Teniendo en cuenta la nueva normalidad, ¿cómo crees que se encuentra el sector de la arquitectura y el diseño de interiores?
“Ahora hay mucha incertidumbre en relación a las nuevas estrategias de equipamiento de las empresas. Tras el primer confinamiento todos trabajábamos con el convencimiento de que el teletrabajo nos iba avasallar sin suerte de retorno. Sin embargo, ahora tenemos claro que no se puede prescindir de la oficina. Es más, creo que el concepto de oficina está saliendo reforzado.
Por otro lado, está cogiendo fuerza también el diseño de estancias comunes o zonas de paso. Aquellas donde los equipos se reúnen de manera informal, y donde a veces, en ratos de descanso o inesperados, surgen las ideas disruptivas, aquellas de las que surge la innovación.
El aumento de las distancias mejora estos procesos. Para eso es necesario que la empresa ofrezca esa variedad de espacios y que su mobiliario se adapte bien a los cambios de estrategia que adopte la empresa.
Y no olvidemos nunca la importancia real de la acústica. El confort acústico, la ausencia de reverberación, el silencio en las zonas cerradas, nos permiten mayor concentración, mayor reposo y por tanto, mayor rendimiento. La concentración hoy en día es un valor a la baja, y debemos revertir esa situación.