La flexibilidad. La arquitectura de una jerarquía diseñada para el éxito
El ambiente en el lugar de trabajo no solo lo definen las personas, sino su percepción dentro de un determinado contexto. Somos seres sensibles y visuales con un concepto del espacio cambiante según evolucionamos. Por eso, con el paso del tiempo, nos hemos ido abriendo a espacios abiertos en los que la comunicación fluye de manera natural, sin tener que traspasar barreras arquitectónicamente obsoletas, no sólo para la estructura de un espacio de trabajo sino también para la inmediatez con la que hoy en día hemos de comunicarnos.
La eliminación de muros y estancias cerradas aporta familiaridad, confianza y desenvoltura en el ámbito laboral. Atributos básicos para que los profesionales de una empresa puedan desarrollar su talento con libertad dentro del bienestar y confort necesarios para rendir al máximo de manera versátil.
El modo de trabajar ha cambiado de manera radical. Es cierto que seguimos necesitando de áreas en las que la intimidad es importante. Las reuniones telemáticas están a la orden del día, y las cabinas ubicadas dentro del mismo espacio abierto, ofrecen una solución perfecta para momentos en los que se requiere una mayor concentración o privacidad. Es fundamental la concepción de un mobiliario que sea capaz de acoger diferentes labores en función de las necesidades de cada momento.
La flexibilidad es la máxima a la hora de diseñar una zona de trabajo, pues invita a la rotación de las personas, disminuyendo a su vez la idea de un sistema jerárquico obsoleto y otorgando al empleado un sentimiento de pertenencia, muy importante para identificarse con los valores de la empresa.
La comodidad va de la mano del rendimiento. Y por eso hemos de ofrecer soluciones que respeten nuestra higiene postural evitando molestas lesiones a largo plazo. Debemos ser respetuosos con nuestros profesionales, por supuesto, pero también con el medio ambiente. Por eso aseguramos la reciclabilidad de nuestros productos de manera sostenible, apostando por la economía circular, basada en la metodología Cradle2Cradle y sobre la que Dynamobel certifica productos como la mesa Cell y la silla Slat.
La felicidad dentro del mundo laboral ha dejado de ser tendencia para convertirse en una realidad. Un objetivo común que buscamos tanto empresas como empleados. A más felicidad, más creatividad y compromiso. Es el carburante idóneo para el desarrollo de talentos y por ende para los resultados positivos de una empresa que sabe cuidar del valor más grande que la sostiene: Las personas.